domingo, 26 de agosto de 2007

Suecia - Sello 216




Motivo: Gustavo V
Valor: 35 öre
Color: Lila

sábado, 25 de agosto de 2007

Suecia - Sello 214




Motivo: Gustavo V
Valor: 25 öre
Color: Anaranjado

viernes, 24 de agosto de 2007

Suecia - Sello 211




Motivo: Gustavo V
Valor: 15 óre
Color: Marrón-Rojo

Suecia - Serie 211-222: Gustavo V y Emblema del correo


Emisión: 1929 – 1936.
Composición: 12 sellos. (8 con Gustavo V modelo iii y 4 con el emblema del correo).
Formato: 180 x 205 mm.
Dentado: 10 vertical.
Filigrana: Ninguno.

Descripción:
Cuarta serie con los diseños introducidos en la serie compuesta por los sellos 122 al 147. En la misma solo aparecen sellos con Gustavo V y con el emblema del correo.


miércoles, 22 de agosto de 2007

Suecia - Sello 195a




Motivo: León de Vasa
Valor: 10 öre
Color: Violeta
Dentado: 10, en los cuatro lados

Suecia - Serie 195-204: León de Vasa, Gustavo V y Emblema del correo (Variedades)


Descripción:
Se emitieron tres variedades de los sellos de esta serie, los cuales se diferencian de los normales por su dentado. Los sellos 195 y 196 se emitieron dentados en los cuatro bordes y además el 195 existe con dentado 13 vertical.


lunes, 20 de agosto de 2007

Suecia - Sello 41a




Motivo: Oscar II
Valor: 5 öre
Color: Verde

Suecia - Serie 41-49A: Oscar II (Variedades)


Descripción:
Existen dos variedades del sello 41, las cuales se diferencian del sello original por su color. La primera, de color verde, es bastante común, y la segunda, de color marrón, es extremadamente rara


jueves, 16 de agosto de 2007

Suecia - Sello 203




Motivo: Emblema del correo
Valor: 120 öre
Color: Gris-Negro

miércoles, 15 de agosto de 2007

Suecia - Sello 202




Motivo: Gustavo V
Valor: 115 öre
Color: Marrón-Anaranjado

lunes, 13 de agosto de 2007

Suecia - Sello 201




Motivo: Emblema del correo
Valor: 90 öre
Color: Azul

Suecia - Sello 199




Motivo: Gustavo V
Valor: 30 öre
Color: Marrón-Anaranjado

viernes, 10 de agosto de 2007

Suecia - Sello 196




Motivo: Gustavo V
Valor: 15 öre
Color: Rojo

Suecia - Serie 195-204: León de Vasa, Gustavo V y Emblema del correo


Emisión: 1925 – 1926.
Composición: 10 sellos. (1 con el león de Vasa, 7 con Gustavo V modelo III y 2 con el emblema del correo)
Formato: 180 x 205 mm.
Dentado: 10 vertical.
Papel: Entintado.
Filigrana: Ninguna.

Descripción:
Tercera serie con los diseños introducidos en la serie compuesta por los sellos 122 al 147. En esta ocasión solo se conmemoró a la dinastía vasa mediante su león, al, en ese entonces, Rey de Suecia Gustavo V, y al correo mediante su emblema. Esta serie se emitio sin filigrana.


lunes, 6 de agosto de 2007

Gustavo II Adolfo de Suecia



Nació en Estocolmo el 9 de diciembre de 1594, y murió en Lützen – Alemania el 6 de noviembre de 1632. Siendo el hijo de Carlos IX y de Cristina de Holstein-Gottorp fue Rey de Suecia desde 1611 hasta 1632.

Es considerado como uno de los reyes suecos más prominentes de todos los tiempos. En el ámbito civil, realizó grandes reformas administrativas y económicas. Fue un gran estratega, participó en cuatro guerras internacionales, de las cuales la que le daría mayor renombre fue la Guerra de los Treinta Años en Alemania, participación que le valió los apelativos de El León del Norte y Gustavo Adolfo el Grande. Tras la guerra, se fortalecería la presencia de Suecia en el Mar Báltico y el país se alzaría como potencia mundial.

Se casó en noviembre de 1620 con María Leonor de Brandeburgo y tuvo dos hijas con ella: Cristina Augusta (1623–1624), y Cristina (1626–1689), quién luego sería Reina de Suecia. También tuvo un hijo con su concubina Margarita Slots: Gustavo Gustavsson de Vasaborg

Infancia y juventud

Gustavo II Adolfo nació en el castillo de Estocolmo el 9 de diciembre de 1594, hijo del duque Carlos de Södermanland (posteriormente rey Carlos IX de Suecia) y Cristina de Holstein-Gottorp. Su doble nombre procedía de sus abuelos, el rey sueco Gustavo Vasa y el duque Adolfo de Holstein-Gottorp. Por parte de su padre, Gustavo Adolfo pertenecía a la dinastía Vasa, la fundadora del protestantismo en Suecia. Por el lado materno, la Casa de Holstein-Gottorp había luchado en la defensa del protestantismo en Alemania. Junto con el sueco, el alemán era su lengua materna, y parece ser que en este idioma conversaba con su madre.

La educación militar la recibió durante las campañas de su padre en el mar Báltico oriental, y contó con la instrucción de oficiales holandeses. En el terreno intelectual, recibió educación clásica grecorromana, gracias a lo cual aprendería el griego y el latín.

En la juventud, tuvo un romance con Ebba Magnusdotter Brahe, pero su madre, la reina Cristina se opuso a esta relación, y por intereses políticos, se optó por comprometer a Gustavo Adolfo con una princesa de la casa de Hohenzollern, María Leonor de Brandeburgo. De este matrimonio nacería su hija Cristina. Paralelamente tuvo una amante, Margarita Slots, con la que tuvo un hijo, Gustavo Gustavsson de Vasaborg.

Los primeros años de su gobierno

Después de un corto periodo de tutoría, y después de que su primo el duque Juan de Östergötland (hijo de Juan III) renunció a su derecho a la corona, Gustavo II Adolfo ascendió al trono en diciembre de 1611, a los 17 años de edad. Fue coronado en Uppsala el 12 de octubre de 1617.

El país que heredó el nuevo rey era presa de la confusión y de la crisis económica, resultado de los conflictos internos y de la guerra en el extranjero que habían caracterizado los últimos cincuenta años. Heredó además tres guerras en el extranjero. Jacobo De la Gardie comandaba a los suecos en Rusia, en el conflicto entre Suecia y el Principado de Moscú (Guerra Ingria). Contra Dinamarca se libraba la Guerra de Kalmar en la que el ejército danés había invadido territorio sueco, y contra Polonia un conflicto por el trono sueco, que era reclamado por el rey Segismundo Vasa (véase Guerra Sueco-Polaca); éste, tras su derrocamiento en Suecia, se consideraba a sí mismo como el rey legítimo y a Carlos IX y Gustavo II Adolfo como usurpadores.

En la Guerra de Kalmar, Gustavo II Adolfo debió enfrentar la invasión danesa sin el apoyo de sus grandes capitanes, pues tanto Jacobo De la Gardie como Evert Horn se hallaban en territorio ruso. El rey Cristián IV de Dinamarca contaba con mercenarios alemanes, y con una poderosa flota que cortaba toda posibilidad de ayuda a Suecia. Además, Dinamarca se había apoderado de las plazas fuertes Kalmar en el mar Báltico y Älvsborg en la costa oeste.

Frente a la superioridad danesa, Gustavo II Adolfo emprendió una guerra de guerrillas, en la que contó con el apoyo popular. El intento de Cristián IV de conquistar Jönköping fracasó, y su ejército hubo de batirse en retirada. En este escenario se firmó la paz de Knäred, el 28 de enero de 1613.

Poco después de finalizada la guerra contra Dinamarca, la guerra en Rusia también alcanzó su capítulo final, con la firma de la paz de Stolbova el 27 de febrero de 1617. El resultado fue la adquisición de las provincias de Ingermanland y Kexholm, cedidas por Rusia. Además, el reino de los zares fue excluido de toda salida al mar Báltico, y la zona del lago Ladoga fue anexada al territorio de Finlandia. Gustavo II Adolfo pretendía también la anexión de Novgorod, situación que sin embargo no se concretó.

La Guerra Sueco-Polaca

En realidad la guerra contra Polonia fue comenzada por Carlos IX. Gustavo II Adolfo pretendía aislar a Polonia del mar Báltico, para que éste se convirtiera enteramente en un mar interior sueco. El control de las desembocaduras fluviales repercutiría, de acuerdo a las pretensiones del rey sueco, en el dominio del comercio del mar Báltico, y de esta manera Suecia obtendría las mercancías de las que carecía en su territorio.

La guerra, sin embargo, no tenía sólo por motivo la posesión del litoral báltico o la confrontación con el rey Segismundo III de Polonia por el trono sueco, sino también la cuestión religiosa, y Gustavo II Adolfo retomó esta causa que había abordado su padre Carlos IX, como una guerra de los protestantes contra la Contrarreforma en Europa.

Después de que en 1617 se había retomado la conquista de Livonia, Gustavo II Adolfo partió a esa región báltica con el grueso de su ejército en 1621 y decidió ocupar la ciudad más importante, la alemana Riga. Ésta ciudad funcionaba como una república independiente y, pese a ser protestante se hallaba alineada en el bando polaco, pues Polonia le permitía libertad comercial.

Después de un mes de asedio, Gustavo II Adolfo entró en la ciudad como vencedor, mostrando sus cualidades guerreras. A continuación la guerra entró en un período de altibajos y se acordó una serie de treguas, que resultaron en el regreso del rey a Suecia. Pero en 1625 Gustavo II Adolfo cruzó nuevamente el mar Báltico y con la conquista de Dorpat se adueñó de toda Livonia, poniendo fin al dominio polaco sobre esa provincia.

Gustavo II Adolfo vestido a la usanza polaca. Óleo de Matthäus Merian, alrededor de 1632.

La superioridad sueca fue confirmada tras la batalla de Wallhof, tras la cual Suecia tuvo en sus manos los ríos Dvina y Neva. El siguiente paso fue el comienzo de la conquista de la región del Vístula, donde se hallaba Prusia —entonces posesión de Polonia— y su puerto de Danzig, la más importante ciudad comercial de todo el Báltico en ese entonces.

En la campaña prusiana, Gustavo II Adolfo apartó a Polonia de la influencia que ésta tenía en la región oriental de Alemania. La primera campaña, en 1626, se caracterizó por sonados triunfos: se conquistaron 17 ciudades en total, entre las que destacaban Pillau en Prusia Oriental, y Elbing y Marienburg en la Prusia Occidental polaca.

En los triunfos se contó con el apoyo de la población protestante que se hallaba sometida a Polonia. No obstante los éxitos, las tropas suecas no pudieron ocupar Danzig ni tampoco conquistar el curso del Vístula. Al auxilio de Polonia acudieron tropas del Sacro Imperio Romano Germánico en 1627 y 1629. En este último año, una parte del ejército de Albrecht von Wallenstein, al mando de Johann Georg von Arnim sitió la ciudad protestante de Stralsund, aliada de Suecia. En respuesta, Gustavo II Adolfo envió tropas de apoyo a ese puesto. Así comenzarían las hostilidades entre Suecia y el Sacro Imperio Romano Germánico de los Habsburgo, y la guerra de Polonia sería la antesala para la participación de Suecia en la Guerra de los Treinta Años. La paz se firmaría en 1629 (Paz de Altmark).

Preparativos para la intervención en Alemania

El 12 de enero de 1628 el parlamento sueco le otorgó a Gustavo II Adolfo plenos poderes para intervenir en la Guerra de los Treinta Años. En 1629 se ratificó esta decisión, cuando la guerra en Alemania llevaba ya diez años, y el desarrollo del conflicto se había extendido hacia el mar Báltico y amenazaba el comercio y la influencia de Suecia en esa zona.

La contrarreforma católica amenazaba la independencia de las ciudades protestantes alemanas e incluso la libertad religiosa. La intervención del rey Cristián IV de Dinamarca había fracasado y las islas danesas fueron atacadas por el ejército imperial al mando de Albrecht von Wallenstein. Mecklemburgo, un Estado protestante, cayó en manos de Wallenstein, y éste fue nombrado Almirante del Mar Báltico, al tiempo que una flota hispano-imperial apareció en el mar Báltico.

Con las victorias de Wallenstein, la Iglesia Católica había recuperado gran parte de lo perdido tras la reforma protestante: no menos de 14 sedes arzobispales y episcopales en el norte de Alemania.

En estas circunstancias, Gustavo II Adolfo comenzó su intervención. Sin contar con una alianza formal, buscó establecer vínculos con los enemigos de los Habsburgo en Alemania. Al mismo tiempo, recibió en 1629 emisarios de Francia, que le prometieron el apoyo económico del cardenal Richelieu, enemigo declarado de la expansión de los Habsburgo.

La Guerra de los Treinta Años

El 25 de junio de 1630 el rey sueco desembarcó en Alemania, en las cercanías de la ciudad de Rügen. Dos días después la flota había desembarcado el resto del ejército en Peenemünde, en la isla Usedom.

La estrategia seguida por Gustavo II Adolfo sería apoderarse del curso de los ríos alemanes. El control de los ríos representaba el dominio de la más importante vía de comunicación entre las ciudades alemanas y el mar Báltico.

Desembarco de Gustavo Adolfo en Alemania

En el verano de 1632 habría ya conquistado el curso alemán del Danubio, y su dominio se extendería desde el Báltico hasta las faldas de los Alpes. La primera campaña fue dirigida hacia el Oder, en cuya desembocadura se hallaba la ciudad de Stettin, entonces capital de Pomerania. La ciudad cayó ante el rey sueco el 10 de julio de 1630, sin necesidad de librarse batalla. En abril de 1631, tras el sangriento asalto a Fráncfort del Oder, Gustavo II Adolfo logró el dominio completo del río.

Juan Tserclaes de Tilly, el comandante del ejército imperial que había sustituido a Albrecht von Wallenstein en 1630, intentó en vano rechazar a Gustavo II Adolfo y hacerlo retroceder hacia el mar Báltico. Tilly se dirigió hacia el Elba con el fin de sitiar la ciudad de Magdeburgo, la plaza protestante más fuerte de todo el norte alemán. Con la conquista de Magdeburgo, Tilly pretendía empedir que el rey sueco se hiciese del control del río Elba.

En ese tiempo, Gustavo II Adolfo consolidó su posición intervencionista en Alemania a través de un tratado con la Francia de Richelieu en enero de 1631. Francia se comprometió a pagar a Suecia un subsidio de 400.000 riksdaler por año durante cinco años, con la condición de que Suecia mantuviese un ejército de al menos 36.000 hombres en suelo alemán. Este tratado le dio a Gustavo II Adolfo los recursos para continuar con la guerra.

Magdeburgo había jugado el principal papel entre las ciudades protestantes libres del norte de Alemania, y durante el otoño de 1630 se había afiliado voluntariamente a la causa del rey sueco. Sin embargo, los intentos de Gustavo II Adolfo de atraer a los príncipes protestantes había sido en vano hasta entonces. Bajo el liderazgo de Sajonia y Brandeburgo, los protestantes pretendían crear una nueva Unión Evangélica, llamada la Alianza de Leipzig que se mantuviera neutral en la guerra y políticamente tuviese una posición independiente del emperador y del soberano sueco, a quien consideraban un extranjero invasor. Finalmente una parte de los protestantes miembros de la alianza entablaron relaciones con Suecia: el langrave Guillermo de Hesse y los duques de Sajonia-Weimar.

En la primavera de 1631 comenzaron los conflictos bélicos en Magdeburgo. Tilly buscaba apoderarse de este punto estratégico en el dominio del Elba, e impedir la avanzada del enemigo. Por su parte, Gustavo II Adolfo no podía permitirse la posibilidad de defraudar la confianza que las ciudades protestantes, ahora caídas ante los católicos, habían depositado en él. Pero los líderes de la Alianza de Leipzig, Sajonia y Brandeburgo, se negaron a prestar apoyo al monarca sueco. Brandeburgo se vio obligado a integrase a la alianza de Gustavo II Adolfo cuando el ejército imperial avanzó hacia Berlín. La defensa de Magdeburgo fue otorgada al comandante sueco Dietrich von Falkenberg, pero la ciudad cayó el 10 de mayo de 1631 ante el enemigo católico. La ciudad fue incendiada y saqueada y 30.000 de sus 36.000 habitantes fallecieron.

Después de la caída de Magdeburgo, Gustavo Adolfo se fortaleció en Werben, en la confluencia de los ríos Elba y Havel, de donde Tilly no fue capaz de desplazarlo. El príncipe de Sajonia, ante el peligro católico, finalmente decidió integrar una alianza con Gustavo II Adolfo; éste último se erigió así como el dirigente de todos los protestantes alemanes.

De importancia decisiva sería la batalla de Breitenfeld, el 7 de septiembre de 1631, donde el ejército católico sería aplastado por los protestantes, en lo que sería la mayor victoria de Suecia en toda su historia. Después de Breitenfeld, el dominio sueco se extendería en Alemania y el sur de este país quedaría abierto para el avance de Gustavo II Adolfo.

Gustavo II Adolfo en la Batalla de Breitenfeld

Gustavo II Adolfo decidió entonces extenderse hacia Turingia y de ahí dominar el Main y el Rin, el mayor río alemán. Llevó a cabo una victoriosa campaña por toda la región bañada por el Main.
En diciembre de 1631 alcanzó la ciudad de Maguncia y desde allí el ejército sueco se extendió río arriba y río abajo en el Rin. Mientras tanto, el rey había dejado el control del Elba al príncipe de Sajonia, con el objetivo de que éste invadiese Bohemia y así apoyar a los protestantes de esa provincia.

Desde el Rin, Gustavo II Adolfo inició la conquista del Lech, donde se libró una cruenta batalla contra la Liga Católica, con la victoria del lado de los suecos, y el resultado de la muerte del mismo Tilly. Enseguida, Gustavo II Adolfo partió a la conquista del Danubio, invadió la católica Baviera y ocupó su capital, Múnich. Con la conquista de Múnich, se controlaba el paso de los Alpes.

Tras la muerte de Tilly, Albrecht von Wallenstein regresó al escenario bélico. El retorno del experimentado estratega representó un peligro para Gustavo II Adolfo, pues en poco tiempo Wallenstein había reorganizado al ejército imperial y echado de Praga al príncipe de Sajonia. El príncipe de Baviera, fugitivo tras la invasión de Gustavo II Adolfo, se unió también a Wallenstein. El rey sueco pronto advirtió que no había más remedio que enfrentarse al mariscal.

El primer encuentro entre ambos estrategas sucedió en Núremberg, en 1632, donde se habían levantado campamentos fortificados. Gustavo II Adolfo decidió asaltar el campamento imperial, pero fue rechazado. Entonces intentó atraer al enemigo hacia el sur y presentarle batalla, pero Wallenstein, por el contrario, decidió avanzar hacia el norte e invadir Sajonia, para forzar al príncipe sajón a romper la alianza con el monarca sueco y así cortarle a éste una posible retirada hacia el mar Báltico.

Ante el empuje de las tropas enemigas, Gustavo II Adolfo fue obligado a regresar a Turingia, y en los llanos sajones se encontrarían el ejército sueco con el católico, en la sangrienta batalla de Lützen el 6 de noviembre de 1632. En ese escenario caería en combate el rey Gustavo II Adolfo, si bien el ejército sueco ganó la batalla.

Caída de Gustavo II Adolfo en la Batalla de Lützen

Los restos de Gustavo II Adolfo fueron trasladados a su patria, y fueron sepultados el 22 de junio de 1634 en la Iglesia de Riddarholmen en Estocolmo, el sitio que él mismo había designado para tal fin, el año anterior a su partida a Alemania.

La administración del gobierno en tiempos de Gustavo II Adolfo

La figura de Gustavo II Adolfo está invariablemente ligada con sus actividades guerreras. Aunque el éxito de sus campañas militares es el rasgo principal de su reinado y lo ha elevado a ser uno de los principales héroes nacionales suecos, es importante también resaltar su legado administrativo, que demuestra también su capacidad de estadista. Tanto la administración central como las locales experimentaron un gran desarrollo, y su estructura burocrática sería una de las más eficientes de su tiempo, tanto que en ella se basarían otros gobernantes, como Federico III de Dinamarca o Pedro I de Rusia.

Se simplificó el sistema fiscal, se dividió el país en provincias y distritos fiscales. Los impuestos fueron de vital importancia para el mantenimiento de la administración, para las campañas militares, y para pagar los préstamos al extranjero, pero la fuerte carga fiscal representó una lápida para las clases populares.

En el tema de la justicia, hubo reformas en los juicios y se establecieron tribunales de apelación en todo el país.

En cuanto a la defensa nacional, se llevó a cabo la creación de un ejército permanente y organizado, así como la constante rotación en el servicio militar que se imponía al pueblo. Este sistema serviría de base para la gran organización militar que llevaría a cabo el rey Carlos XI.

La obra de Gustavo II Adolfo también fue visible en el campo de la cultura. La enseñanza superior recibió un importante impulso. La Universidad de Uppsala recibió importantes donativos de la familia real. En Finlandia, fue fundada la Universidad de Dorpat, así como varias instituciones de educación media superior.

Los recursos naturales fueron explotados intensamente, en especial la industria que mejor floreció fue la minería, cuyo desarrollo se vio favorecido por la contribución de expertos extranjeros en esa área, en especial valones.

Durante su gobierno se crearon 15 nuevas ciudades en Suecia, entre ellas Gotemburgo, que fueron la palanca para el desarrollo del comercio. Las pretensiones de Gustavo II Adolfo para que Suecia tuviese un papel dentro del comercio mundial fueron una causa fundamental para su involucramiento en los conflictos europeos. Es en su tiempo que se analiza la posibilidad de un establecimiento sueco en Norteamérica.

La nobleza experimentó un considerable ascenso durante la época de Gustavo II Adolfo. Aliados del rey, los nobles recibieron a cambio fuerza y autoridad en los asuntos del gobierno.

Fuente:
Gustavo II Adolfo

viernes, 3 de agosto de 2007

Dinastía Vasa




Esta dinastía reinó Suecia en el período 1523-1654 y Polonia desde 1587 a 1668. Es originaria de una familia noble de Uppland, región en la cual varios de sus miembros tenían altos cargos en el siglo XV. Su nombre continua siendo asociado a la realeza sueca.

Reyes y reinas de Suecia

Gustavo I, rey desde 1521 a 1560
Erico XIV, rey desde 1560 a 1568
Juan III, rey desde 1568 a 1592
Segismundo, rey desde 1592 a 1599
Carlos IX, rey desde 1599 a 1611
Gustavo II Adolfo, rey desde 1611 a 1632
Cristina, reina desde 1632 a 1654

En 1654 Cristina, hija de Gustavo II Adolfo, quién fue Campeón protestante de la Guerra de los Treinta Años, abdicó tras convirtirse al catolicismo, y luego abandonó el país. El trono vacante pasó a su primo Carlos X de la Dinastía Palatina (Pfalz-Zweibrücken), una subrama de los Wittelsbach.

Los reyes de la dinastía Holstein-Gottorp, los cuales reinaron Suecia desde 1751 a 1818, enfatizaron su descendencia de la dinastía Vasa a través de una rama femenina. De la misma forma la dinastía Bernadotte, que actualmente (2007) reina este país, declara su parentesco con la familia Vasa, al ser Carlos XIV el hijo adoptivo de Carlos XIII, y su hijo Oscar I haber desposado a una descendiente de esa familia.

Reyes de Polonia

Sigismund III Vasa (hijo de Juan III), rey desde 1589 a 1632
Ladislao IV Vasa, rey desde 1632 a 1648
Juan II, rey desde 1648-1668

Juan III de Suecia se casó con Catalina Jagellón, hermana de Seguismundo II Augusto Rey de Polonia, y cuando Segismundo murió sin heredero varón, su hijo fue elegido rey de Polonia con el nombre de Segismundo III en 1587. A la muerte de Juan III, Segismundo obtuvo también el trono sueco.

Sin embargo, Segismundo era católico, lo cual lo llevó a perder el trono de Suecia en 1599, cuando fue sucedido por su tío Carlos IX. Desde ese momento conviven dos Dinastías Vasa: la mayor, de religión católica, reinando en Polonia y la menor, de religión prostestante, reinando en Suecia. Esta división precipitó numerosas guerras entre ambos estados. Finalmente, en 1668, al Juan II abdicó, viajó a Francia y se convirtió en abad jesuita, y con este hecho la dinastía Vasa mayor se extinguió.

Fuente:
WikiPedia

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